PLAY ME version 1
AUTOR: H.Y. BARRIOS (hinayaoi)
PAREJA: 2MIN,
Personajes: MinHo, TaeMin,
JongHyun, KiBum y la tipa sin nombre.
Bueno esto es para el
concurso del TWOMIN PLANET, me inspire en la canción PLAY ME del álbum ACE de
nuestro TAEMINNIE~, espero les guste y si esta algo corto lo siento, mi
imaginación no dio para más.
Feliz Aniversario..!! <3
~*~*~*~
Lo ve pasar como todos los
días a la misma hora, el mismo lugar y con la misma persona. El observarlo se ha
convertido en una obsesión.
Admira de lejos al objeto de
su amor, se toca el corazón, los latidos desbocados, la sensación de su corazón
a punto de estallar, se lleva una mano al su pecho justo debajo de su rítmico
corazón, presiona fuerte tratando de silenciar los latidos, en un vano intento
de no dejar escapar su corazón.
Suspira frustrado, cuando
una vez más lo ve pasar a su lado y se queda petrificado, intenta decir algo,
pero al parecer su voz lo abandono otra vez, camina sin ánimos, con los hombros
caídos y la mirada al piso.
Si solo pusiera un poquito más
de atención y no se deprimiera, se daría cuenta de que esos ojos grandes que
tanto le gustan le dedican una miradita discreta.
Si pusiera atención en las
pequeñas cosas se daría cuenta de que también el joven alto le dedica más de su
tiempo a contemplarlo que ha estar con esa mujer.
Pero Lee TaeMin pasa
demasiado tiempo contemplando su propia depresión que esas pequeñas señales
pasan de largo ante sus ojos.
~*~*~*~
Un día más y la misma
rutina, el joven rubio se encuentra listo en la esquina de la calle, en donde
todos los días su amor secreto pasa
para dirigirse a la escuela.
Lo ve pasar y otra vez es
incapaz de hablarle, se queda tieso en su lugar, baja la mirada, si tan solo
tuviera un poquito más de valor y solo lo observara hasta el final sería capaz
de ver esa sonrisa que solo es dedicada para él.
TaeMin lo sigue a una
distancia prudente, después de todo no quiere hacer enfadar al capital del
equipo de Judo de su escuela, ya que
para suerte del pequeño rubio su amor es su compañero.
Justo cuando están por
llegar a la escuela sin ningún indicio de la pesada chica que se autoproclama
novia de Choi MinHo, esta aparece para terminar de joderle la mañana, la ve
abalanzarse a los brazos del alto y como descaradamente restriega sus atributos
en estos.
Le rompe el corazón ver que
MinHo no hace nada para sacársela de encima y una vez más su corazón comienza a
latir pero esta vez de tristeza y ansiedad.
Todas las diferentes
melodías que puede llegar a componer su corazón son ocasionadas y dedicadas a
una sola persona con apellido Choi y de nombre MinHo.
Gruñe para el solo cuando la
chica sin pizca e vergüenza le deja un sonoro beso justo en la comisura de la
boca del moreno. Ve como la chica se lo queda viendo y justo cuando sus ojos se
encuentran por una fracción de segundos, ella ríe burlona y se pega aún más al
cuerpo del mayor.
Sacude la cabeza alejando
los malos pensamientos, esos pensamientos en donde desfigura la cara bonita de la mujer esa, pensamientos
oscuros pero que en el fondo de verdad lo aria sentirse bien si de verdad
tuviera el valor para hacerlo.
Se apresura y pasa de largo
junto a la pareja melosa, detiene fuertemente su pecho, silenciando su corazón,
pero este se niega a permanecer callado, cuando pasa justo a medio brazo del
mayor late más a prisa, más fuerte, como si quisiera ser escuchado, TaeMin jura
que así es, que todo el mundo puede ser capaz de oIr lo que dice:
Amo
a Choi MinHo, amo a Choi MinHo~
Al llegar a su salón deja salir el aire que
hasta el momento no sabía que estaba conteniendo, respira tres veces tratando
de tranquilizar a su alocado corazón,
tiene el aspecto de haber corrido una maratón, se ríe de sí mismo y de su
patética y cobarde existencia.
Toma asiento en su lugar de
siempre, junto a la ventana y justo atrás de
su amor secreto. Se pierde en
la blancura de las nubes y el azul del cielo, tan concentrado estaba que cuando
su mejor amigo le habla pega un pequeño brinco a causa del susto.
—Hoy estas más perdido que
nunca— Le reprende su amigo divertido.
—No es gracioso KiBum— Le
contesta sabiendo perfectamente que a su amigo le revienta que le digan de ese
modo.
—Eish, Amargado— Contesta
dibujando una botina sonrisa sobre los labios acorazonados.
—No me fastidies— Y la voz
llena de frustración, hace que su amigo de verdad se preocupe.
—¿Qué paso esta vez? —
Pregunta, casi en un susurro lo suficientemente fuerte para solo ellos dos
puedan ser capaces de escuchar.
—Lo mismo de siempre Umma—
Contesta mientras esconde su rostro entre sus brazos que están apoyados sobre
su mesa.
—Minnie, te diría que lo
olvides, que lo dejes ir, pero he visto que durante estos largos 2 años tu amor sigue igual de fuerte— Lo
reconforta sabiendo todo lo que su pequeño amigo ha tenido que soportar.
—El ni siquiera sabe que
existo— Y solo se deprime más.
—Pues para mí que sí, lo he
cachado viéndote más de dos veces— Le informa tratando de subirle el ánimo.
—No mientas Umma— Le
reprende el menor, pero su corazón ya estaba acelerado otra vez, los latidos
fuertes e ilusionados.
—Ya, Tu, sabes que yo no
miento—Frunce el ceño, porque a veces le saca de quicio ese TaeMin miedoso y ciego.
—No te enojes Umma, solo que
él es tan perfecto de pies a cabezas, él es una
obra maestra— Suspira todo emocionado al hablar de él.
—Jajaja, de verdad estas
perdido— Le pica las mejillas sonrosadas, le resulta divertido ver como con la
mera mención del alto, su amigo se pierde y sus ojitos brillan.
—Umma— Le reprende con un
tierno pucherito, sabe que a su amigo le encanta cuando él es así de infantil y
mimado.
—Aigo, mi bebe es tan
hermoso— KiBum no se contiene, le aplasta y jala esas mejillas tan tiernas y suaves.
Tan concentrados estaban en
sus mimos, que no se dieron cuenta cuando el mayor entro al aula y su expresión
no era para nada bonita.
Key sintió un aura oscura, y
la mirada pesada justo en su nuca, un escalofrió le recorrió la espina dorsal y
poco a poco se fue girando, para encontrarse con la mirada penetrante de unos
ojos grandes y oscuros, Choi MinHo lo fulminaba con la mirada, KiBum estaba
seguro de que si el alto pudiera matar con la mirada él estaría triplemente
muerto.
Pero justo en ese momento
Key lo entendió, descubrió el secreto de MinHo, el Capitán Choi estaba igual de
perdido que su amigo. Y su cabeza rápidamente se formó una brillante idea para
ayudar a ese par de tontos.
Dejo de apretar las mejillas
del menor y comenzó a darle pequeñas y suaves caricias a la parte afectada, le
deposito un suave beso en la mejilla más roja y sonrió ladino cuando se enfrentó
a la mirada pesada del más alto.
—Toma esa Choi— Susurro para
sí mismo, mientras veía al más alto gruñir silenciosamente.
—dijiste algo Umma— Le
pregunto el rubio, la mirada y sonrisa que adornaba el rostro de su amigo lo
inquietaba un poco.
—Nada TaeMinnie— Le contesto
meloso siendo consiente que el alto los está escuchando perfectamente.
—¿Por qué eres tan hermoso
bebe? — Le termina de decir mientras acaricia la tersa y blanca piel del rostro
del menor.
—Key, no digas eso me da vergüenza—
Pone ambas manos cubriendo el sonrojo de sus mejillas un acto de lo más
adorable a los ojos de Key y de MinHo que no puede evitar ver de reojo al
menor.
KiBum sonríe victorioso
después de todo TaeMin le seguía el juego y si tenían suerte su amigo se daría
cuenta de que Choi le ponía más atención de lo que él creía. Se ríe sonoramente
cuando es capaz de escuchar los gruñidos y suspiros frustrados del más alto.
—Estas raros, ¿Qué sucede? —
TaeMin se acerca para poder hablarle al oído a su amigo ya que la clase estaba
comenzando.
—Nada solo estoy de buen
humor— Responde, porque sabe lo terco, necio que es su hijo cuando se habla de Choi.
Se guarda su descubrimiento
para él solo, prometiéndose a sí mismo que ayudaría a TaeMin para hacer caer a
MinHo, después de todo él era el todo poderoso Key.
Las clases transcurren
normales, ambos se secretean y conversan a través de notitas en sus cuadernos,
como todos los días, uno sin darse cuenta que unos ojos grandes siempre lo
vigilan y el otro enteramente consiente de la mirada furiosa y los celos
reflejados en esos ojos grandes.
Al final del día TaeMin
sigue deprimido, MinHo una vez más paso toda la hora del desayuno al lado de
ella, camina de regreso a casa solo con la tristeza, la desilusión y el corazón
roto, camina sin percatarse que el dueño de sus suspiros y latidos lo observa
desde lejos, el rubio ya no se detiene en la esquina, no voltea solo camina, su
corazón le pide a gritos que volteé pero su mente le dice que no hay nadie, si
solo le hiciera caso a su corazón sería capaz de ver la ternura y el amor con
que lo ven esos ojos grandes.
Pero TaeMin le hace caso a
su mente, por miedo a sufrir más desilusión, porque teme que al darse la vuelta
nadie este al otro lado, tonto, tonto y cobarde TaeMin, por sus miedos e
inseguridades está perdiendo una gran oportunidad de saber que su corazón es
bien correspondido.
El joven alto se detiene al
ver esa conocida cabellera rubia, lo contempla alejarse cada vez más, ve como
los hombros del menor están caídos, clara señal de que está deprimido, MinHo es quien mejor conoce a Lee TaeMin aunque nunca ha hablado más de un hola o un con permiso, pero él sabe cuándo el rubio esta triste, alegre,
enojado, lo sabe porque lo ha observado, su mente es capaz de recrear el
momento exacto en el que conoció a TaeMin, los recuerdos están tan nítidos y
frescos que le cuesta creer que ya pasaron 2 años, suspira frustrado le duele
el pecho no saber qué es lo que deprime día tras día a su amor, su corazón y
mente se nublan a causa de los celos, y un solo nombre se repite una y otra vez
KiBum, se enoja con TaeMin por ser un ciego y no
ser capaz de verlo a él.
Solo si MinHo dejara de ser
un cobarde y no escondiera su verdadera naturaleza sobre esa fachada de hombre
fuerte y heterosexual pero le da
miedo que sus amigos lo dejen y que su familia le dé la espalda.
Ambos por estar metidos en
sus miedos, cobardías, complejos e inseguridades se niegan la oportunidad de
amar.
El tiempo sigue su curso y
las miradas discretas siguen presentes, el menor aun lo observa desde lejos y
el alto le dedica cada vez más de sus pensamientos.
Siguen enfrascados en sus
propios miedos incapaces de ver más allá de sus temores infundados, pero una
persona está cansada de ver siempre la misma cara deprimida, la misma actitud cobarde
y los mismos ojos grandes vigilándole, se cansa y solo una cosa pasa por su
mente.
—Es hora de tomar esta
mediocre relación en mis santísimas manos— Ríe macabramente, ante el desfile de
ideas que pasa por su mente.
—Necesitare ayuda— Se muerde
las uñas pensando en la persona indicada para tan peligrosa y delicada misión.
—JongHyun— Al fin su cerebro
se activa, y el nombre del mejor amigo de Choi aparece en su mente, quien mejor
para esto que el inseparable de MinHo.
—Key, Key ¿Por qué eres tan
brillante? —Se pregunta, alabándose a sí mismo.
—Manos a la obra— Se talla
las manos, sonríe y se encamina al lugar en donde sabe que encontrara al otro
cupido.
No tarda mucho en llegar, y
se delita los ojos un poco después de todo esta misión sería más entretenida de
lo que pensó, se relame los labios y se muerde tratando de contener un gemido
que casi se le escapa al ver en esa fachas a JongHyun, sudado, sin camiseta mostrando todo esos músculos bien trabajados.
Sacude la cabeza deshaciendo
esos pensamientos pecaminosos antes de que su cuerpo lo traicione y revele lo
mucho que disfruta del espectáculo.
—JongHyun—Le llama, no puede
evitar el tono coqueto en el que lo llama.
—¿Tu eres? — Siente la
mirada chocolate escanearlo de pies a cabezas, sonríe coqueto, cuando esos ojos
de cachorro se posan en sus labios.
—Kim KiBum, pero tú puedes
decirme Key— Responde a la pregunta del mayor, con el mismo tono coqueto.
—Key, entonces— Se ríe el
bajito, claro que sabía quién era KiBum, su amigo lo odia y el bueno a él le
encantaban esas piernas.
—A que debo tu visita—
Pregunta con el mismo tono que ha estado usando Key.
—Tengo un negocio para ti—
Le susurra al oído, disfrutando del temblor que le provoco al otro.
—Y de que se trata— le
contesta a escasos centrípetos de su rostro, siendo capaz de sentir la
aceleración que se produjo en la respiración de Key.
—B-bueno tú conoces a Choi más
que nadie ¿cierto? — Pregunta bebiéndose la respiración de JongHyun.
—¿MinHo, quieres algo con él?
— Y ahí va al drenaje todo su interés por Key, al darse cuenta de que este está
interesado en su amigo.
—Mmm, algo así, en realidad
te quiero a ti— Lo mira directamente
a los ojos, perdiéndose un momento en ese inmenso chocolate.
—¿Me quieres a mí?— Contesta
justo sobre sus labios, rozándose, pero se detiene para poder escuchar la
respuesta de esos labios sensuales.
—S-sí, Y-yo quiero que me
ayudes con MinHo—Le cuesta tanto poder decir la frase completa, la calidez de
esos labios lo perturba.
—MinHo está interesado en
alguien más— Le responde frio, alejándose más de lo necesario, su cuerpo se
tensa, es la primera vez que JongHyun siente deseos de golpear a su amigo.
—Oh, No, no, ya sé que está
interesado en mi TaeMinnie— Dice rápido, la desilusión se ve en sus ojos, al
ver que el mayor malinterpreto sus palabras, pero por intentar arreglar algo,
lo termino empeorando con sus palabras.
—Mmm, si bueno le diré que
ya no se fije tanto en tu novio— Casi escupe las palabras, no entiende si bien
Key es bonito y sexy no es para tanto.
—TaeMin y yo solo tenemos
una relación de amistad—Aclara rápidamente, caminado unos pasos para estar más
cerca del mayor.
—Entonces no entiendo ¿Qué
es lo que quieres? —Le cuestiona, antes de que cabeza malinterpreta sus
palabras.
—Quiero que mi bebe sea feliz— Responde serio.
—Eso que tiene que ver
conmigo— Sin querer otra vez está molesto con KiBum.
—Él quiere al ojón de tu
amigo— Dice serio, pero con la mirada suplicante.
—Así que Minho es ¿correspondido?
— Pregunta extrañado
—Exacto, el problema aquí es
que los dos son tan brutos que no se dan cuenta—Ríe al darse cuenta que la
situación es un poco cómica.
—Y es más divertido aun,
MinHo cree que sales con TaeMin— Ríe también al darse cuenta de que si
efectivamente la situación es de lo más cómica, bueno al menos para ellos.
—Lo supuse, pero ya tengo un
plan para que esos dos estén juntos y para eso necesito de ti— Le dice
acercándose más, rozando sus cuerpos.
—Tienes toda mi
ayuda—Contesta el otro depositando un suave beso en eso labios acorazonados.
—Perfecto—Responde pegando aún
más sus cuerpos y rozando eso labios tan suaves.
—¿Cuál es el plan? —Pregunta
Intrigado JongHyun.
—Simple, estas vacaciones
transformare a TaeMin y tú te encargaras de sacar a esa tipeja de esta ecuación—
—Me parece perfecto, ella jamás
me ha caído bien y a Min menos, en realidad ellos no salen—Confeso JongHyun.
—Lo sabía, soy tan
inteligente— Se olvidó que estaba en presencia de alguien más y solo brinco
como niña al darse cuenta de que todas sus suposiciones estaban en lo correcto.
—Es bueno que te alegres, es
gracioso ver cómo te alabas a ti mismo, toda una diva— le sonríe y se ríe a carcajadas al ver la expresión de falso
enojo en Key.
—No soy Diva— Se queja
inflando sus mejillas y frunciendo el ceño, una imagen adorable a los ojos de
JongHyun, que sin darse cuenta ya estaba cayendo por KiBum.
—Eres totalmente adorable—
No se contiene y le aplasta las mejillas sonrojadas.
KiBum se pierde en ese acto,
sentir las manos fuertes de JongHyun y sentir la respiración tan cerca a su
cara lo pone nervioso, pero un sentimiento nuevo y cálido nace desde su
interior se asusta porque no quiere estar pedido como TaeMin, pero ya era
demasiado tarde.
Se despiden a regañadientes
no sin antes intercambiar números telefónicos, todo por el bien de sus amigos y
bueno también porque ambos quieren saber un poquito más del otro.
~*~*~*~
Los días siguientes KiBum se
la pasa pegado a su celular, mensaje tras mensaje deja escapar sonrisas bobas y
TaeMin, se pregunta si KiBum está saliendo con alguien, se alegra por su amigo
pero a partes iguales crece en él un sentimiento de envidia, porque el amor de
su amigo es correspondido y el, bueno a él le basta con solo mirarle.
—¿TaeMin que ras este
verano? — Le cuestiona su amigo, mientras guarda su celular.
—Nada, ver televisión, no se
¿jugar? — No sabe que responder porque realmente no sabe qué va a hacer,
seguramente deprimirse más.
—Yo tengo una idea mejor,
este verano tomaras clases conmigo— Responde seguro y brindándole una sonrisa a
su bebe
—¿Clases, Umma? — Le
pregunta intrigado.
—Sí, Tu mi pequeño
aprenderás a como seducir a un hombre— Le susurra, enviando un escalofrió a
todo el cuerpo del menor.
—¡Umma! — Le reprende todo
sonrojado y un millón de imágenes explotan en su mente, imágenes nada decorosas
en donde él y MinHo eran los protagonistas.
—TaeMinnie, pervertido, ¿qué
estás pensando para estar así?— Le pregunta burlón mientras señala el problema
que tiene entre los pantalones.
—Y-yo— No es capaz de decir
nada, porque justo en ese momento unos ojos grandes se encuentran con los suyo
y siente el rostro caliente, y los pantalones más apretados que nunca.
—U-umma— Casi lloro, sus
ojos acuosos y el pucherito en la boca lo hacía ver de verdad adorable, todos
sus compañeros se voltearon al escuchar el característico hipido de TaeMin
cuando estaba nervioso.
KiBum actuó rápido no
pondría en vergüenza a su bebe, se
abalanzo sobre el para cubrirlo, a los ojos de los demás solo estaba
tranquilizando al menor, pero para los ojos de MinHo, era distinto, odiaba
cuando KiBum tomaba ventaja del menor y justo cuando por fin sus ojos se
encontraron.
Después de la bochornosa
situación, todo paso tranquilo unos días más y estarían libres de la escuela,
para unos era la mejor noticia, no más tarea, no más clases aburridas y por fin
un poco de tiempo para salir y divertirse, claro que para un pequeño rubio eso
no era así, la escuela era la única forma de ver a MinHo, siempre odiaba las
vacaciones y más las de verano, un mes sin ver a MinHo siempre lograba
deprimirlo un poquito más.
Solo que este verano todo sería
distinto, después de todo tenia a dos cupidos que se encargarían de cambiar las
cosas.
~*~*~*~
Por fin de vacaciones, Key la
primera semana de vacaciones se dedicó a salir con JongHyun, por el bien de sus
amigos claro está, fue a buscar ropa y accesorios para TaeMin y JongHyun lo
acompañaba para dar su punto de vista y bueno para saber qué cosas le gustaban
al alto.
Mientras Key y JongHyun se
divertían, TaeMin es un día más en su depresión, las vacaciones acababan de
comenzar y el extrañaba a horrores a MinHo. Se encerraba por horas en su
habitación, durmiendo o solo sumergido en su cama pensando en las muchas cosas
que estaría haciendo su amor, y uno que otro pensamiento más deprimente se
pasaba por su mente, al ver al alto besándose o susurrando palabras al oído de
esa odiosa chica.
Tan deprimido estaba que
aduras penas comía lo necesario para sobrevivir, no salía de casa, ni siquiera
se asomaba por la ventana, si tan solo lo hubiera hecho se llevaría la sorpresa
más maravillosa del mundo, porque mientras él se deprimía encerrado en sus
temores, MinHo todos los días pasaba por su calle y se quedaba parado por horas
tratando de ver al rubio, pero ni una sola vez fue capaz de ver esa cabellera
que tanto extrañaba ni esos ojos que lo consumían, ni esa sonrisa que le
iluminaba el día ni tampoco esa voz que lo hechizaba.
Toda una semana sin señales
del menor y en su mente se recreaban escenas de TaeMin y Kibum abrazados,
riendo y tomados de las manos, mientras el esperaba afuera de su casa.
—Maldito KiBum— Pensó más de
una vez.
Al final de la semana se
rindió, que caso tenia después de todo el menor estaba en los brazos de KiBum
muy lejos de él, pero si hubiera sido más perseverante y hubiera ido solo otro día
mas, su espera seria recompensada y podría ver a su amor.
El lunes de la siguiente
semana Lee TaeMin salio de casa para ir con kiBum, no porque el realmente
quisiera si no por las amenazas mortales que recibió de su queridísima Umma.
Pero ninguno de los dos se
pudo ver, tal vez así lo quería el destino o por simple capricho del mismo,
después de todo él tenía sus maneras de hacer las cosas y tarde o temprano
ambos se tendrían que ver.
Ese lunes TaeMin conoció lo
que era ir de compras con Kim KiBum, se cansó a horrores, sus pies apenas y
podían soportar su peso al final del día, llego arrastrándose hasta la sala de
su casa, y cuando se dio cuenta toda su sala estaba inundada de bolsas y más
bolsas de diferentes tiendas, marcas y cosas.
KiBum había insistido en
renovar su guardarropa, al parecer KiBum estaba empeñado en tirar sus hermosos
pantalones holgados y sus cómodas playeras.
Le obligo, porque hay que
recalcar que lo obligo, a comprar pantalones pegados de todas las marcas que
Key creía eran buenas, más de una vez
se probó pantalones que a su parecer eran de mujer pero Key lo convenció al
final de probárselos y lo peor de todo comprarlos.
En fin todo su guardarropa
se renovó y al final del día no quería hacer nada más que dormir.
Martes se levantó hasta muy
tarde, desayuno solo porque su madre se lo pidió y una vez más se encamino a la
casa de su amigo.
—Bien hoy empezaremos con
tus clases— Le decía un KiBum disfrazado de maestro, con todo y lentes
incluido.
—No entiendo Umma ¿qué me
vas a enseñar? — Pregunto curioso pero temeroso al mismo tiempo, su Umma muchas
veces era extremista.
—Te enseñare el Arte de
seducir mi querido TaeMinnie— le contesto divertido.
—Esto no es gracioso Umma—
No lo era al menos para TaeMin.
—Ya verás que todo dara
resultado y para cuando regresemos, Choi estará babeando por ti aún más— Lo último lo dijo bajito, si se
lo decía ahora TaeMin jamás le creería y seguramente se iría de su casa.
—Umma a veces me pregunto qué
tienes en la cabeza— Comento divertido, mientras sacaba una libre y un lápiz y
adoptaba una postura de estudiante.
—tengo ideas muy buenas
ideas— Le reprendió con falso enojo al final termino riendo ante la actitud del
pequeño.
Estaban por comenzar la
lección cuando fueron interrumpidos por una persona que logro hacer los ojos de
KiBum brillar.
—Bien al parecer todavía no
empiezan— Comento al entrar.
—¿JongHyun que haces aquí? —
Pregunto curioso Key, la misión de JongHyun era separa a MinHo de la sandijuela
que siempre estaba pegada a él.
—Pues ya termine mi misión—
Le contesto tranquilo, mientras se sentaba con toda la confianza del mundo en
el otro sillón
—¿Misión? — Intrigado
cuestiono el menor.
—Si veras tenía que sacar a
una garrapata que estaba pegada a un amigo—Contesto JongHyun con una sonrisa
sincera en los labios
—¿Qué amigo? —Pregunto
curioso como el solo.
—TaeMin, concéntrate— Le reprendió
KiBum, no era momento de que TaeMin supiera de quien era realmente JongHyun.
—Bien, estas raro Umma— Contesto
alzando los hombros en señal de rendición.
—Eres divertido Tae, ya veo por
qué le gus..— Y no termino de hablar porque se congelo en su lugar la típica
mirada mortal de Key lo atravesó.
—Jong si no vas a ayudar
retírate por favor— Le pidió amable y sereno, y por esa misma razón el mayor de
los tres tembló ligeramente.
—Nos vemos más tarde Bummie—
Se despidió de Key con un beso en la mejilla y le guiño el ojo al pequeño e
impactado TaeMin.
—Umma que bien escondidito
te lo tenías— Le codeaba mientras se reía a carcajadas al ver la expresión de
su Umma.
—Ya!!, Lee TaeMin—Grito
frustrado.
—Umh, Umma ¿son novios?
—Pregunto divertido, pasándose por alto la advertencia plasmada en la mirada de
su mayor.
—Aun no— reconoció.
—Pero él quiere, tú quieres,
¿Qué esperas? — Le pregunto can la intriga bailando en su voz.
—A que tú lo hagas también—
Contesto seguro.
—KiBum, no lo digas— Le mira
directo, seguro de si mismo una actitud que no estaba presente en TaeMin desde
que conoció a MinHo.
—Pero bebe, esta es tu oportunidad de conquistar a tu ranita— Le dice
acercándose al menor y posando una mano en su hombro en señal de apoyo.
—¿Ranita?, umma tú y tus
ocurrencias— Le contesta divertido el rubio.
—Es que sus ojos son tan
grandes como una— Se defiende rápidamente, y le llamo de esa manera porque si
decía sapo su pequeño amigo quizá se enojara con él.
—Bien es verdad y es tan
adorable como una, me gustan las ranas— Dice con la sonrisa boba ya instalada
en la boca.
—Vez y entonces ¿lo
intentaras? — Pregunta KiBum sonriendo animándolo de esa manera.
—Está bien, enséñame Umma—
Contesta divertido, pero con una seguridad que el mismo creía perdida.
Así pasaron los días, con
las diferentes clases de KiBum, desde como maquillarse, como combinar
adecuadamente la ropa, hasta la manera correcta de caminar y verse sexy, sonreír
de manera coqueta, morderse y pasar la lengua por los labios de manera sensual,
como susurrar al oído con voz sexy, y una clasecita rápida de como “parar” el corazón con un baile sexy, al
final del mes, Lee TaeMin era una persona diferente.
Y todo mejoro cuando
JongHyun sin querer dijo que MinHo estaba libre por fin y que la garrapata no
estaría más en su camino, y que MinHo jamás estuvo interesado en ella, en ese momento TaeMin no le dio importancia
al porque JongHyun conocía esa información.
MinHo por otro lado en esas
vacaciones concentro sus energías en el gimnasio y en practicar las nuevas
técnicas de Judo para el campeonato nacional, aunque muy en el fondo estaba
triste por no ser capaz de ver a su pequeño rubio.
JongHyun de imprudente y sin
saber mantener la boca cerrada, le comento que salía con KiBum y que TaeMin estaba interesado en otra
persona. Eso solo logro deprimirlo más, y logro lo que nunca debió haber
pasado, MinHo por fin decidió rendirse y dejar de lado su amor no correspondido
por TaeMin.
Uno con una apariencia
nueva, con la confianza y seguridad restaurada, decidido a todo por su amor y
el otro abatido, y decidido a dejar de sufrir por un amor no correspondido.
El lunes cuando una vez más tendrían
que ir a la escuela, Lee TaeMin se levantó temprano, se metió a bañar, se
vistió con la ropa que desde un día antes había elegido con la ayuda de su
Umma, maquillo sus ojos y puso brillo sobre sus labios, se vio al espejo y se sorprendió
con la persona que le regresaba la mirada.
No había rastros del TaeMin
deprimido e inseguro, delante de él estaba un joven de cabello rubio hasta la
nuca, ojos delineados resaltando el color azul de sus ojos, los labios
brillosos, apetecible, en la espera de un beso, la cintura más delgada, las
piernas largas y enfundadas en ese pantalón negro de piel, la player con
estampado y con la espada descubierta, el trasero respingado y bien apretado
gracias al pantalón y a los ensayos de las rutinas de baile, pero lo que lo sorprendió
mas y logro sacarle una sincera sonrisa, fue su mirada segura y confiada.
Choi MinHo no sabría ni que
lo golpeo de eso estaba seguro, con una actitud renovada, salió de casa dispuesto
a conquistar a su amor.
Choi MinHo salió de casa
como todos los días a la misma hora, dio la vuelta completa al parque y regreso
a casa, se ducho y arreglo para ir a la escuela de solo saber que lo volvería a
ver, su traicionero corazón comenzó a latir como loco, pero su mente le reprendía
una y otra vez, sin poder evitarlo escuchaba la vos de JongHyun diciendo que
Lee TaeMin estaba interesado en alguien más.
Sacudió la cabeza y se golpeó
las mejillas para concentrarse después de todo aun la tenía a ella, no le
gustaba mucho a decir verdad, es más muchas veces intento desasirse de la
chica, pero su padre siempre se lo impedía, asuntos de negocios, al menos no
estaría solo.
Con esos pensamientos salió
de su casa y se dirigió a la escuela, esta vez paso de largo en la esquina en
donde siempre veía de reojo al menor, le costó toda la fuerza de voluntad con
la que contaba para no voltear a verlo, solo paso de largo, pero aun así el
aroma a verano y ese toque de jazmines lo persiguió hasta llegar a la escuela.
TaeMin lo vio pasar y se percató
de algo, MinHo siempre parecía disminuir su paso cuando pasaba junto a él bueno
eso era antes, porque esta vez se pasó de largo con el mismo ritmo que llevaba,
se sorprendió de que no se había dado cuenta antes.
Lo siguió como siempre a una
distancia prudente y se alegró de que la chica no se apareciera por el momento.
Siguió caminado y cuando por
fin se adentró en la escuela todos los ojos se posaron en él, se sintió
avergonzado pero también se llenó de más confianza, definitivamente ahora si no
pasaba desapercibido.
Espero a que MinHo se
sentara y pusiera la vista al frente, entonces el entro moviendo las caderas
como le enseño KiBum, cuando paso cerca de él le dedico una mirada coqueta y
respingo más su trasero, estaba a punto de lamerse los labios cuando MinHo dirigió
su mirada a la chica esa.
No solo él fue el
sorprendido KiBum también lo estaba, no creía que MinHo fuera capaz de apartar
la vista de TaeMin, después de todo el alto estaba interesado también en su
amigo, ¿verdad?.
No lo pensó dos veces y le
mando un mensaje a su espía.
Pero al parecer JongHyun
tampoco sabía por qué MinHo estaba actuando de esa manera.
Para TaeMin fue un golpe
fuerte, pero ya estaba decidido a conquistar a MinHo y no se daría por vencido.
Ese día intento de todo para
que el alto se dignara en verlo, pero nada funciono, paso más de diez veces
frente a él y el alto desviaba la mirada hacia la odiosa chica, que lo veía con
una sonrisa burlona.
El siguiente día no fue diferente
ni los otros quince que le siguieron, nada funcionaba, se había puesto los
pantalones más atrevidos que tenía, las playeras más reveladoras, el maquillaje
más agresivo, y nada, se movía más sensual que se le estaba haciendo costumbre,
su voz se volvía coqueta cundo veía que el alto pasaría cerca, respingaba más
el trasero y nada, es más un día por ideas de Key hicieron un pequeño
espectáculo, mostrando las dotes dancísticas de ambos, aunque KiBum dejo que
TaeMin se luciera, pero al parecer MinHo solo tenía ojos para la odiosa esa,
que se burlaba cada vez que veía fracasar al menor.
Con los ánimos por los
suelos y la depresión a un paso de tomar posesión de su cuerpo una vez más, Key
ya había mandado a su contacto para
que investigara que carajas pasaba con la rana estúpida que no veía los
esfuerzos y las señales que le enviaba su hijo.
La respuesta llego el sábado
por la tarde, logrando que JongHyun recibiera la fría mirada de Key y los maltratos
del mismo.
—MinHo cree que TaeMin está
interesado en alguien más— Le contó a KiBum.
—Y porque mierdas puede
pensar eso—La voz de KiBum se transformó por el enojo y la frustración.
—L-Lo siento yo sin querer
le dije que TaeMin estaba interesado en alguien más—Confeso a su Novio, lo que
había provocado que MinHo no volteara a ver a TaeMin ni por error.
—Pero aun así ¿Qué no ve
todo lo que mi Tae esta haciendo?—Cuestiono intrigado y jaloneando a su novio
para que le diera la respuesta.
—Min, cree que Tae esta interesado
en el chico que se a cerco a saludarlo después de su baile— le contesto, tratando de que Key dejara de sacudirlo de esa
manera tan brusca.
—Esa rana estúpida, y tú,
por tu causa mi bebe está a punto del colapso— Le recrimino, golpeándolo por
todas partes sacando su frustración.
—Ya!, lo siento no fue mi intención—
Se disculpó cabizbajo, le dolió mas las palabras que los golpes de KiBum.
—¿Qué aras para remediarlo?
— Le cuestiona, con los ojos acuosos y la voz baja.
—Are lo que sea, solo Bummie
no llores— Le reconforta, abrazándolo y
susurrando palabras sin sentido para animar a su novio.
—Perfecto— Se separa de los
fuertes brazos de su novio, y le sonríe tiernamente.
—Kim KiBum no me asustes de
esa manera— Le recrimina el mayor, pero suspira aliviado al ver que las lágrimas
solo era parte de la actuación de su menor.
—Eso te pasa por no mantener
la boca cerrada Jonggie—Le abraza cariñoso mientras él llama de esa manera
melosa.
—Bien ¿dime que idea
maquiavélica a tramado esa cabecita tuya?—Susurra la pregunta logrando
estremecer el cuerpo que tiene en los brazos.
—Lunes, tu y yo aremos que
ese par tengan por fin una verdadera oportunidad— Sentencia seguro, besando los
labios de su novio para evitar que proteste y pregunte más, ya había
solucionado el problema de su bebe, ahora era momento de pasar tiempo de
calidad con su novio.
TaeMin aunque estaba cabizbajo
no se dejó vencer por la depresión, ya había hecho de todo pero aun así lo
intentaría una vez más la siguiente semana si no funcionaba se daría por
vencido y buscaría la felicidad en otro lado.
Para MinHo esas días fueron
el verdadero infierno, alejar la vista de ese cuerpo, esa piel tersa y palida, más
de una vez tuvo que ir a despeja la mente al baño, al ver ese contoneo de
caderas y el trasero del menor ser abrazado por esos pantalones que parecían
una segunda piel, y casi pierda la cabeza y todo la sangre al ver ese baile tan
sensual que protagonizo el menor en la escuela, ver la rotación sensual de esas
caderas, la forma en la que movía el trasero y después esos movimientos en el
piso que lo hicieron pensar cosas obscenas en donde él y el menor eran los
protagonistas y después cuando estaba a punto de ir por el menor, ese imbécil
se a cerco comiéndoselo con la mirada y TaeMin le sonríe coqueto, fue cuando se
dio cuenta, todo lo que el menor estaba haciendo era por ese tipo.
Desquito sus ganas en el
baño, y después golpeo fuertemente el espejo hasta hacerlo añicos sin importar
el dolor y la sangre de su mano, se sentía herido, traicionado y emputadicimo
en niveles que lo hacían ver rojo y si no salía de ahí, muy seguramente
terminaría matando a alguien.
Para ambos esos días fueron
un infierno, uno por el constante rechazo y el otro por ideas imaginas, y una
vez más no fueron capaz de verse.
Cruel destino, y ambos
habían llegado a una misma solución, si no se daba la oportunidad buscarían la
felicidad en otro lado. Absurdo que hasta en las decisiones estuvieran tan bien
sincronizados, cruel destino, los dejar por fin verse.
Lunes por la mañana, TaeMin
llego con sus más recientes pantalones, cortesía del todo poderoso Key,
Pantalones negros rasgados por delante y
por detrás solo cubriendo lo necesario, unas botas tipo militar, la ramera de
mallas negras y una chamarra negra para a complementar su look, el delineador
negro no podía faltar y esta vez puso un poco de sombras oscuras en sus
parpados, los labios brillosos.
Esta vez no hubo ojos que no
se posaran en él, más de un piropo caliente se dejó escuchar, camino seguro
hasta su salón y su corazón casi dejo de latir cuando al entrar la imagen de la
tipa sentada sobre el regazo de MinHo y besando descaradamente su cuello lo
recibió, sus ojos brillaban conteniendo las malditas lagrimas que querían
salir, KiBum llego a su rescate y lo guio silenciosamente hasta su lugar.
MinHo se paralizo al ver la
mirada herida y rota de TaeMin y una pequeña luz de esperanza nació en su
corazón. Tal vez solo tal vez TaeMin
gustaba de él.
Estaba a punto de levantarse
y enfrentar al menor, pero justo en ese momento el maestro entro, toda la clase
estuvo pensando en esos ojos, en las actitudes de TaeMin en esos días, la
manera en que lo veía y la iluminación llego a su cerebro, cuando entendió que
TaeMin en definitiva gustaba de él. Sonríe como idiota y no dejaba de ver al
menor, pero este ya no lo veía.
La sonrisa adorno su rostro
en todo momento, hasta que llegó la hora de la salida, TaeMin ya estaba en
estado de depresión extrema, arrastrando los pies se dirigió a la salida,
estaba a punto de abandonar el lugar, cuando KiBum lo jalo.
—TaeMinnie, deja esa
actitud, ¿no viste como Choi te come con la mirada?— Le pregunto, pero ya
TaeMin no lo escuchaba, estaba perdido en su mundo oscuro y sin esperanza.
—TaeMin, más vale que vengas
a hora a rescatar a MinHo, esa tipa se lo llevo— Le grito JongHyun,
desesperado.
—A Él le gusta, ella— dijo
en un susurro lo suficientemente alto como para que los otros dos lo
escucharan.
—¿De qué hablas TaeMin?,
durante estos 2 años MinHo solo tiene ojos para ti— Confeso JongHyun y aunque
Key lo fulmino con la mirada, el mayor creía que era lo mejor para el pequeño.
—¡Ni una sola vez me vio,
siempre estaba con ella! — Grito desesperado, dolido, pero después de decir eso
se sintió más tranquilo.
—Ella es la hija de unos
socios de su padre es por esa razón que él no podía deshacerse de ella— Termino
de contarle toda la historia, si no hacía algo ahora tarde o temprano se
lamentaría por no hacer todo lo posible por la felicidad de su amigo.
—Pero aun así nunca me vio—
Ya su voz salía más tranquila y con resignación impresa en ella.
—¿No te vio?, tu no lo veías—Contesto,
casi a punto de gritarle, el niño era más necio y terco que una mula.
—¡Yo lo veía todos los
días!, pero él nunca me vio— Empezó gritando y termino con un hilo de voz,
necesitaba desahogarse antes de que terminara totalmente roto por dentro.
—¡No te diste cuenta, él
siempre se preguntaba porque todos los días parecías deprimido, llego a odiar a
Key al pensar que él era la causa!— Esta vez si no se contuvo y termino
gritándole todo al menor.
—¡No es verdad, deja de
atormentarme, ya me rendí!— Le contesto
o más bien le grito y unas traviesas lagrimas se escaparon de sus ojos.
—TaeMinnie, es verdad MinHo
te veía, más de una vez lo encontré viéndote a escondidas y el me veía de muy
mala manera cuando nosotros estábamos muy juntos— Su Umma lo abrazo mientras le
decía todas la veces que cacho a los ojos de rana verlo a escondidas.
Logro sacarle una sincera
sonrisa al menor y ya más calmado dejo que JongHyun dijera lo que al principio
intentaba decir.
—TaeMin es ahora o nunca,
ella se lo llevo, para una cena con su familia, si logra formalizar lo
perdiste, ¿entiendes? — Dice calmado y suavemente para que el menor sea capaz
de procesar la información.
—Pero si me dicen que al le
gusto aunque sea un poquito, porque se iría con esa— se cuestiona y le cuestiona.
—¡Porque MinHo cree que no
lo ves!— Le gritan los dos al mismo tiempo, logrando que TaeMin reaccione.
Sale corriendo en busca de
su amor, demasiado tiempo perdido en frustraciones y miedos.
—Esa garrapata no me lo va a
quitar— Les dijo a sus amigos antes de definitivamente desaparecer del lugar.
Corrió todo lo que sus
piernas le permitieron, bendita la hora en la que termino arrastrado hasta el último
edificio de la escuela, lo vio y la muy maldita estaba a punto de subir a su
Hyung al auto, se detuvo, respiro fuertemente y grito lo más fuerte que su voz
se lo permitió.
—¡MinHo! — Le dolió la
cabeza y la garganta por el esfuerzo, pero al ver como el moreno se detenía y
lo buscaba con la mirada se sintió contento y satisfecho.
Cuando MinHo escucho la voz
de TaeMin, porque muchas veces soñó con el día en el que el menor lo llamara, y
conocía tan bien la voz de su niño que se paró en seco lo busco con la mirada y
cuando lo encontró, se soltó del agarre de la chica y estaba a punto de ir a su
encuentro, pero al parecer ella no se lo dejaría tan fácil.
—Das un paso Choi MinHo y tu
familia estará en la ruina— Le advirtió, apretando los dientes apenas
conteniendo el enojo.
—Has lo que quieras— Se soltó
del férreo agarre que tenía la chica sobre él, vio pequeñas gotas de sangre
sobre su muñeca pero no le importo y emprendió la corre, para encontrarse con
TaeMin.
Se encontraron a mitad del
camino, destino cruel aun no les permite verse ni tocarse, respiran agitados
con las manos sobre las rodillas y la vista al piso.
Pero por más cruel y
despiadado que sea el destino siempre encuentra sus maneras de hacer su trabaja
y juntar los corazones unidos.
Lentamente se levantan con
los ojos cerrados cuando por fin sus respiraciones son más acompasadas, abren
los ojos despacio, casi con temor, con ese miedo de que al abrirlo nadie estar
al frente, pero esta vez cuando los abren se encuentran con un azul hermoso y
un chocolate líquido.
Se ven por largos minutos y
TaeMin se olvida de toda el arte de seducir a un hombre y Choi olvida que había
prometido olvidarse del menor, se pierde en ese azul cristalino, suspira y la sonrisa
boba regresa a su labios.
—¿Te gusta jugar con mis
latidos verdad? — Le Cuestiona Taemin, con la sonrisa igual de boba que el
mayor.
—Y-Yo— Pero realmente no
sabe que decir, esta tan emocionado porque su amor es correspondido.
TaeMin se siente de la misma
manera, pero el necesita decir todo lo que trae dentro, necesita confesar todo
los sentimientos que han estado escondidos en su corazón durante los últimos
dos años.
—Las palabras tienen un límite,
no puedo expresarte con cualquier palabra, me emociono con solo mirarte, mi obsesión
ha sido observarte y por tu causa es posible que me convierta en un ladrón,
porque quiero robar la obra maestra que eres tu— Con cada palabra se acerca más
y más a MinHo.
MinHo solo se queda quieto,
procesando las palabras del menor, y cuando una a una le llega su corazón
comienza la carrera una vez más, pero esta vez no tiene intención de pararlo.
—Juegas con los latidos de
mi corazón— Le termina de confesar, estando a una distancia casi nula, rosando
sus cuerpos.
—Juegas con mi amor— Termina
de decir esta vez sobre los labios del mayor.
—Tu También juegas con los
latidos de mi corazón— Le contesta el alto, tomando con delicadeza una de sus
manos y posándola directamente sobre su acelerado corazón.
—Oh, Tu melodía es para mí,
y mi canción es para ti— Le susurra aun sobre los labios y el también posando
la mano grande y fuerte del alto sobre su corazón.
—Yo no juego con tu amor—
Contesta tomando los labios del menor entre los suyos, con la otra mano lo toma
de las caderas pegándolo completamente a su cuerpo, disfrutando de su calor.
Se besan lento,
transmitiendo todos sus sentimientos en ese beso, TaeMin lleva sus brazos a los
hombres y cuello del mayor y este enrolla sus brazos en esa cintura estrecha despegándolo unos centímetros del suelo para poder disfrutarlo mejor.
El beso poco a poco se transforma
de uno dulce y tierno en uno necesitado y hambriento, la lengua del mayor
delinea suavemente el labio inferior pidiendo permiso para poder explorar su cavidad,
el menor no se resiste y abre la boca, dejando escapar un gemido que es bebido
por el mayor cuando al fin sus lenguas se conocen, comienzan una guerra para
ver quien tiene el control, TaeMin rápidamente se deja ganar, realmente le
resulta placentero dejarse querer.
Estaban en su propio mundo,
perdidos en las sensaciones, en el calor del otro, que no se dieron cuenta
cuando una enfurecida chica llego al lugar.
—¡Solo esto me faltaba,
Choi, que me salieras puto!— Le grita, y lo jala, logrando que MinHo suelte a TaeMin,
mas por la impresión, y el susto que la fuerza de la chica.
—Déjanos en paz, él no te
quiere—Le dice altanero TaeMin.
—No lo puedo dejar resulta
que él es mi prometido, entiendes eso, ¡zorro maricon! — No solo le grita, lo
abofetea y esta vez Key no se mete.
Porque tiene que ser fuerte
y ser capaz de defender su amor, ambos, juntos, porque si no al final nunca
lograran estar juntos.
—Es suficiente, le vuelves
aponer una mano encima a mi Novio y me olvido que eres mujer— Le reprende el
alto, mirándola con toda su furia, asesinándola con la mirada, pone a TaeMin
detrás de su espalda en un acto protector que solo logra que TaeMin lo ame un
poquito más.
—Tu padre no opinara lo
mismo— Le amenaza como todas las veces que el alto quiso deshacerse de ella.
Poco a poco sus hombros caen
y TaeMin sabe que si no dice algo, es muy probable que la maldita se salga con
la suya.
—¿Te gusta jugar con mi amor
verdad? — Le pregunta burlón y depositando un suave beso sobre el hombro de
MinHo.
Sale decidido a dar pelea, porque
MinHo por fin lo ve y no va a renunciar a él, ni ahora ni nunca.
—Mira niña, no siempre se
obtiene lo que uno quiere, él me quiere a mí, yo lo quiero a él, ¿Cuál es tu
problema? — Le pica con el dedo sobre el pecho, harto de esa actitud prepotente
de parte de la chica.
—Él es mío—Le dice serena,
apartando de un manotazo las manos pálidas de TaeMin.
—Yo no soy tuyo—dice MinHo
con la misma calma y la voz tranquila.
—Tu papa te dio como mi
regalo de cumpleaños— Le recuerda, mirándolo a los ojos, los ojos rojos por la
rabia contenida.
TaeMin se sorprende en
verdad existen padres que traten a sus hijos como meros objetos, se ha prieta más
contra el cuerpo del alto, rodeando su cintura con un brazo, reconfortándolo.
—Me importa un carajo lo que
dijo mi padre, a mí no me interesas—Contesta con la misma calma y serenidad en
la voz, el abrazo de TaeMin lo mantienen firme y con un sentimiento cálido y
reconfortante naciendo en su interior.
—Esta me la pagas Lee TaeMin
y MinHo no creas que te dejare ir tan fácil, ya nos estaremos viendo— Los
amenaza antes de por fin salir de ahí.
—No me dejes MinHo—Pide
ocultando su cabeza en el fuerte pecho de su ahora novio.
—Nunca lo aria, ahora que te
tengo no te voy a dejar ir nunca, lo entiendes TaeMin, eres ¡Mío! — Mientras lo
abraza posesivamente, oliendo su cabello y perdiéndose en su aroma.
—¿Pero tu familia, estará de
acuerdo? —Pregunta temeroso, aun aferrado al cuerpo del alto y su rostro
escondido en la tibieza de su pecho.
—No sé qué dirá TaeMin, pero
no pienso dejarte ir, es mejor que entiendas eso desde ahora— Le contesta, con
la voz suave y llena de ternura, deja un reguero de besos sobre los cabellos
rubios.
—Cierra la puerta, escóndeme
así nadie lo sabrá— Le dice entre suspiros mientras se pierde en esa boca que
se ha convertido en su adicción.
—No Voy a esconderte TaeMin,
eres mío y todos tienen que saberlo— Contesta decidido, separándose un poco de
esa boquita sexy, que lo tienta más de lo que soporta.
—Pero no quiero perderte— Se
aferra al cuello del mayor, con cierto temor, pero aun así confiando en su
amor.
—No lo aras, yo siempre voy
a estar a tu lado—Le susurra sobre el cuello depositando uno que otro beso
efímero sobre esa piel de porcelana.
—Te gusta jugar con los
latidos de mi corazón— No le pregunta esta vez lo afirma.
—Solo porque me gusta la
melodía que ocasiona, porque es por mí y para mí— Lo besa despacio, disfrutando
del sabor y la calidez de la boca contraria.
—Juega conmigo MinHo— Le
pide con un susurro y la voz sensual que le enseño KiBum.
Porque su cuerpo está en
llamas y al parecer solo los besos y caricias de MinHo lo calman.
—Juega conmigo, acelera los
latidos de mi corazón y corre hacia mi, Juega conmigo MinHo— Le pide entre
besos y gemidos.
Como negarse a esa petición,
cuando lo ve con los ojos nublados de pasión y amor, con la boquita roja y brillosa a causa de los besos, y esa agarre
sobre su chaqueta, la mera visión del menor en ese estado lo estaba llevando al
éxtasis, se contenía echando mano de todo su auto control y fuerza de voluntad
para no tomar al menor y reclamarlo en plena plaza estudiantil.
Pero TaeMin lo estaba
matando ya no pensaba con la cabeza y los malditos pantalones lo estaban asfixiando.
—Juega Conmigo MinHo~— El
gemido con el que lo llama termina por deshacer el poco auto control que tenía
el alto.
Lo toma de las caderas
alzándolo, obligándolo a que enrolle sus delgas y definidas piernas en su
cintura, cuando sus pelvis chocan, ambos dejan salir un gemido que es
silenciado por la boca del contrario.
Se beben los gemidos y suspiros
del otro, muchos de sus compañeros se quedan viéndolos impresionados por la
escena subida de tono que protagonizan, unos se sorprenden de ver al capitán
Choi besando apasionadamente a un hombre.
Algunos lo veían con envidia
después de todo Lee TaeMin era el sueño húmedo de muchos y muchas y aún más
después de que el rubio se transformó y se convirtió en todo un gatito coqueto.
Se besaron como si no hubiera
un mañana, dejándose llevar por las sensaciones placenteras que sus cuerpos
experimentaban, dejando en el olvido la amenaza de esa mujer, después de todo
después de dos años de sufrimiento al fin estaban juntos.
—Lee TaeMin, ¿Qué es este espectáculo—
Le recrimina su umma con el ceño fruncido, pero una sonrisa coqueta en los
labios.
—Solo disfruto de mi novio,
Umma— Contesta ladino, despegando solo un poco sus labios del mayor para poder
contestar.
—Bonito espectáculo— Se ríe
JongHyun, al ver lo perdido que están sus amigos, solo verlos te contagiaba de
un sentimiento cálido.
—Pero no es el lugar más apropiado
para demostrar su amor— Les recuerda su Umma, después de todo la plaza de la
escuela no era el lugar indicado para amarse en cuerpo y alma.
—Hyung, Umma tiene razón— Se
avergüenza escondiendo su rostro en el cuello del alto, se olvidó ser el chico
coqueto y travieso, regreso a ser solo TaeMin.
—Es la primera vez que me
dices Hyung— le susurra el mayor, depositando besos volátiles en toda la piel
que tiene a su disposición.
—Mmm, MinHo ¿te gusta que te
diga Hyung?—Pregunta coqueto, con los ojos brillantes, se aferra más al cuerpo
del alto, rozando sin querer su pelvis una vez más.
—Me encanta~— Gime su
respuesta, ciertamente el calor del cuerpo del menor envolviéndolo y los
bamboleos de este solo lo hace sentir en llamas.
—Entonces MinHo-Hyung~—Le gime
al oído, besando su oreja, enviando escalofríos por todo las terminales
nerviosas de su novio.
—Ya basta, jamás pensé que
fueran tan calientes—Le grita Key, pero en el fondo estaba feliz de por fin ver
ese brillo y sonrisa en su bebe.
—Appa, Umma está siendo
mala—Acusa a su amigo con el novio de este, lo ve de reojo sin dejar su cálido
escondite en el cuello de MinHo.
—KiBummie, déjalos disfrutar
de su amor—Abraza a su novio por la espada, besando su mejilla antes de que su
novio reaccione y se enoje.
—Mmm, Lee TaeMin ¿Quién
crees que eres para acusarme? —Le reta con falso enojo, sonriendo y
recargándose completamente en el cuerpo de su amor.
—Tu adorable bebe—Responde haciendo uno de los tantos pucheros que le
gusta a su umma.
—Bien, Bájate del poste andante,
ahora, es tiempo de regresar a casa— Le dice, esta vez serio y esperando para
que su hijo haga lo indicado.
—¡No!— Dice y se aferra más
al macizo cuerpo de su novio.
—Hyung, escóndeme—Le pide
TaeMin en secreto, aferrándose más al alto.
El rubio tiembla y el miedo
lo invade, porque aún le cuesta creer que su amor es correspondido, cierra los
ojos tratando de aferrarse al cuerpo, el calor y a los latidos del corazón de
MinHo.
—No te dejare, bebe—Le consuela, sabiendo la razón del
estremecimiento del cuerpo de su novio.
—Jamás te dejare—Le besa la
frente y lo aprieta más a su cuerpo afirmando de esa manera sus palabras, se
inunda de su aroma y su calor.
—TaeMin, mañana lo veras de
nuevo— Le reprende KiBum.
—Pero yo quiero estar con
Hyung hoy y siempre—Contesta berrinchudo y con los ojos acusos y la boquita
temblando en clara señal de que las lágrimas no tardan en aparecer.
—TaeMinnie, está bien bebe,
puedes ir con la rana esta— Se conmueve por los ojos acuosos del menor, al
final lo único que él quería era que su amigo fuera feliz.
—Solo dejen de hacer esto
precisamente aquí—Les sugiere JongHyun mientras señala el lugar, después de
todo estaban en la escuela, habían corrido con suerte que ninguno de los
profesores se pasara por ahí.
—TaeMinnie y yo no tenemos
nada que ocultar— Dice seguro viendo directamente a los ojos de sus amigos y
bajando despacio a TaeMin de su cuerpo.
—Ese no es el problema, o lo
piensan hacer ¿aquí? , que poco romántico MinHo— Se burla el bajito, cerrando más
los brazos alrededor de la cintura de su KiBummie.
—Nosotros nos vamos—Toma a
TaeMin de la mano e inmediatamente entrelazan sus dedos.
Suspiran enamorados, la
calidez que sienten al tener las manos unidas es capaz de disparar sus
corazones a niveles críticos, se sorprenden al darse cuenta que sus latidos se
sientes a travez de sus manos y que ambos van tocando la misma canción, sonríen
y se pierden en los ojos del contrario.
La imagen es de lo más
adorable y romántica, el sol apunto de ocultarse y ambos tomados de las manos
viéndose a los ojos mientras se acercan para darse un beso, un día termina pero
su amor apenas comienza.
—Hyung hoy y siempre Play
Me—Se besan sellando así el inicio de su historia.