Acto II.- Lee Taemin

Año y medio había pasado en un abrir y cerrar de ojos desde que Lee Taemin había llegado a Londres.

Durante el primer año se la había pasado en cursos del idioma inglés, pero ahora, estaba persiguiendo su verdadero propósito: estudiar en una escuela de baile. Ahora podía manejar conversaciones diarias, sin embargo cuando la gente comenzaba a hablar demasiado y muy rápido, aun le faltaba perfeccionarlo.

Taemin durante la preparatoria había estado activo en el club de baile, y su sueño era el ir a una escuela de baile famosa junto a su amigo Kim Kibum más conocido como Key.

Había conocido a Key en la preparatoria. La forma en que los asientos habían sido arreglados había colocado a Key en frente de Taemin.

Él se había encargado de enseñarle a Key todo lo que sabía del baile. Había sido únicamente por Taemin que Key se había interesado en la materia. Pero a pesar de ello, Key había aplicado a la escuela y se había adelantado a Taemin.

Taemin creía que era mejor que Key en todo lo que hacía— mejor en la escuela, mejor en el baile, todo. Pero solo a Key habían aceptado en la escuela de sus sueños.

“¡No puedo creer que fui aceptado!” Key había anunciado alegremente.

Taemin nunca olvidará la mirada en los ojos de Key, la manera en que sus ojos estaban brillando cuando llegó a contarle a Taemin las buenas noticias al colegio.

“No estaba seguro de lograrlo” hablaba Key de manera efusiva.

“Seguro tú también estas dentro. ¡Aquí va por otros cuatro años juntos!”

La posibilidad de Taemin no había ingresado ni si quiera había cruzado por su mente.

“¡Bueno, Falle!” indicaba Taemin. Compungiendo todos los músculos de su rostro, tratando de dibujar una sonrisa animada, pero había fallado miserablemente.

Key le observaba absorto.

“¿Qué?”

“No aprobé, no estoy dentro.” Taemin le aclaraba.

 Aunque había tratado traer a su rostro una perfecta sonrisa, una única lagrima se había escapado y rodado por su mejilla.

Key observó perplejo por un momento, luego rió, pensando que tal vez Taemin estaba jugándole una broma.

Fue humillante. “¿Es tan gracioso que no haya ingresado?” Taemin gritó a Key antes de salir a prisa del salón.

Aun cuando pensaba que la forma en la que había actuado era infantil. Cuando recordaba ese día, el rostro de Taemin se volvía de un color rojo carmesí por la vergüenza.

El talento determina el lugar que ocupa cada bailarín en el escenario. Taemin lo comprendía. Pensaba que había hecho un gran trabajo en los exámenes de admisión.

 Pero el hecho de que había reprobado la sección práctica del examen lo devastaba. El número de personas que pueden mantenerse por medio del baile es pequeño, casi inexistente, incluso para aquellos que se gradúan de escuelas con entrenamientos especiales.

Taemin no se sentía arrogante al pensar que él era uno de los pocos escogidos. Su incomparable amor por el baile le había dado un sentimiento de confianza. Pero existe cierta chispa para el baile que a él le había faltado, y no había sido aceptado en la mejor escuela. Y durante ese tiempo pensaba que nunca llegaría a ser un profesional.

Taemin se había graduado sin volverle a dirigir la palabra a

Key. También había ingresado a otra escuela. Claro, se había inscrito en el departamento de baile, pero no era nada en comparación a la escuela a la que había querido asistir, cuya reputación era de volver a una gran cantidad de personas en bailarines profesionales. Todos los alumnos de su nueva escuela habían también aplicado a esa misma escuela, y todos habían fallado en ingresar.

Todas las clases y cada uno de ellos tenían un aire de fracaso.

También existían estudiantes que estaban genuinamente satisfechos de lo que tenían y no deseaban absolutamente nada mejor--. Taemin no los toleraba tampoco. Aun así, no sentía el deseo de volver a tomar los exámenes. Su orgullo no le permitía ver a Key como su superior.

Taemin jamás había sido feliz con su vida en la universidad a la cual no quería asistir. Entonces un día, descubrió un libro. Era una colección de ensayos hechos por un famoso bailarín que había estudiado  en Londres.

“¡Yo también iré a Londres!”

Para el momento en el que había terminado de leer el libro, su corazón ya se había decidido en ir a estudiar a Londres, el lugar que vio nacer el baile y la música, eso no le garantizaba un trabajo. Después de todo, aun cuando se graduara con un título en Baile, no había ninguna garantía de que conseguiría un trabajo. Sería mucho más útil aprender inglés mientras asistía a las clases de baile que tanto le gustaban.

Acababa de encontrar un nuevo sueño.

El único problema era el dinero.

Sin querer convertirse en una carga, había dejado de depender de sus padres y volar de Corea. Pero el dinero se había evaporado durante el primer año en la escuela de lenguas de Inglaterra. Así que era imposible pedirles ayuda para pagar las cuotas de la escuela a estas alturas.

Estaba logrando mantenerse alimentado con un trabajo de medio tiempo en un bar. Pero aún existía el peligro de tener que abandonar las clases por no poder pagar las cuotas. Y si llegaba a pedirles ayuda a sus padres, lo más seguro es que le mandarían el dinero pero para un boleto de avión para regresar a casa.

Pero su nueva vida aquí apenas estaba comenzando. Aun no podía regresar a Corea.