sábado, 3 de noviembre de 2012

Acto VIII.- Reunión


Taemin había decidido no ir a trabajar al día siguiente, y después de terminar la escuela se dirigió inmediatamente al departamento de Minho.

El portero reconoció a Taemin y lo dejó ingresar directamente.
Atravesó el lobby que parecía de hotel y subió al quinto piso.

Minho apareció sonriendo emocionadamente. “¡Aquí estas!” exclamó.
Llevo a Taemin a la salita de estar y le ofreció a Taemin algo de beber.

Taemin pidió una cerveza, temiendo que si pedía vino le servirían algo estrepitosamente caro otra vez. Minho había estado bebiendo brandy antes de que Taemin llegara.

 “Jonghyun llamo hace un rato y dijo que estaría aquí en corto tiempo,” indicó el castaño, “En cuento llegue iremos todos a comer a un restaurante chino.”

Taemin recordó la advertencia de Jonghyun de no involucrarse con
Minho y se sintió incómodo.

“¿Debería ir cuando un amigo tuyo ha venido a verte?” quería saber.

“Por supuesto,” Minho contestó, “Es un viejo amigo. No hay necesidad de preocuparse de formalidades con él.”

“Oh, ¿trajiste el anillo?” Minho preguntó, tomando la mano de Taemin.
“Lo traigo en mi bolsillo,” Taemin sacó la cadena con el anillo en ella, “De hecho te lo quería devolver, tengo miedo de perderlo.”

“¿Es muy grande para ti?” preguntó Minho, “Lo mandaré a ajustar.”

Parecía no haber escuchado a Taemin en lo absoluto.

“¿Debo llevarlo puesto?” preguntó Taemin.

“Por supuesto. Cuando sea que estemos en público.” Minho rió.

“Es el símbolo de la prometida de la familia Choi.”

Taemin se sintió un poco ofuscado. Pero no se rendiría ahora.

Minho no parecía ser terrible como había pensado, pero el hombre definitivamente era extraño.

Jonghyun llegó justo después de su conversación.

Por un momento, se vio sorprendido al encontrar a Taemin, pero rápidamente recupero su sonrisa irónica. “Entonces, te involucraste después de todo,” dijo “Te debe gustar de verdad, May.”

 “Taemin va a interpretar la parte de Eliza de ‘My Fair Lady’, y yo seré el profesor Higgins,” declaró Minho. “Supongo que eso te convierte en el Coronel Pickering”

Parecía estar disfrutando cada momento.

Audrey Hepburn, el hada de la pantalla en blanco y negro, había protagonizado la película ‘My Fair Lady’ y se había convertido en uno de sus mejores filmes. Había interpretado a una vendedora de flores en Convent Garden quien un día se había convertido en una dama refinada bajo la guía del Profesor Higgins, un lingüista.

“Bueno, si estamos re-actuando la película, háblenos un poco de su apuesta, Profesor” dijo Jonghyun, también dejándose llevar. “Eliza tuvo seis meses para convertirse en toda una dama de sociedad, pero ¿qué tanto tiempo tenemos con May?”
Minho encogió los hombros. “Seis meses es como salir a dar una caminata al parque. Tenemos tres meses para deshacer los planes del anciano antes de la fiesta de compromiso.”

“Estas diciendo que May estará parada a tu lado en la fiesta de compromiso en el hotel Hyde Park en Knightsbridge en tres meses.”

Jonghyun preguntó incrédulo.

“¿Qué es exactamente lo que tengo que hacer?” interrumpió Taemin.

“Todo lo que tienes que hacer es ser mi prometida,” dijo Minho.

“No es nada difícil. Oh cierto. Como lo discutimos con anterioridad se te pagarán 300 libras al día. Empezando desde hoy. También pagaré la ropa necesaria para alistarte, así que no te preocupes al respecto.”

“Espera un momento, ¿sabes cuántos días hay de aquí a mayo?
Y no seré capaz de pagarte de regreso si no funciona.”

“May tiene razón,” dijo Jonghyun “Realizar un contrato será mejor para los dos.”

Sus palabras hacían que Taemin se sintiera más seguro.

Existían ciertas cosas que Minho no podía comprender, pero Jonghyun era un periodista con sentido común.

“De acuerdo,” coincidió Minho. “Lo arreglaremos el día de mañana. Aunque estaría más que satisfecho de poder llevar hoy mismo a Taemin a Dorsett si eso significa que puedo detener los planes del anciano.”

“No seas tan desesperado” Jonghyun dijo. “Creo que Taemin está en un shock.”

“Estaré necesitando de tu ayuda, Jonghyun” dijo Minho seriamente. Entonces una mirada maliciosa regreso a sus ojos “¿O debería llamarte, Coronel Pickering?”
Su amigo se rió. “Como sea, lo que debemos hacer a continuación es ir a cenar. Podemos trabajar en el plan después.”

Ninguno contradijo eso.

Incluso en Inglaterra, donde la comida tenia la reputación de ser mala, se podía conseguir comida china relativamente buena de restaurantes muy caros—lugares los cuales Taemin solo podía soñar en su estado de pobreza.

Los tres comieron bastante bien antes de abandonar el restaurante.

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